Polémica en Chivas: periodistas afectados por petardo lanzado por Alvarado
Noticias de Chihuahua
En medio de los rumores sobre la posible salida de Fernando Gago como entrenador de Chivas, un incidente fuera de lo común interrumpió las actividades en Verde Valle a solo dos días del clásico tapatío contra Atlas. Ayer, los medios de comunicación que aguardaban en la sala de prensa abandonaron el lugar después de que un petardo explotara, lanzado por el delantero Roberto “Piojo” Alvarado desde el vestidor de los jugadores.
Según reportes, el explosivo fue arrojado hacia el salón donde la prensa esperaba la conferencia de Fernando Beltrán y José Castillo. Tras la detonación, algunos periodistas afirmaron haber escuchado risas de los futbolistas, lo que aumentó la molestia entre los presentes. El defensa Antonio “Pollo” Briseño y el jefe de prensa del club, Omar González, se acercaron para ofrecer disculpas, aunque no revelaron el nombre del responsable en ese momento.
A pesar de la disculpa institucional, muchos periodistas decidieron abandonar las instalaciones, exigiendo que el jugador que lanzó el petardo diera la cara. Minutos más tarde, Piojo Alvarado se acercó personalmente a los reporteros y se disculpó, explicando que se trataba de una broma entre jugadores y no una intención de agredir a los medios.
Dos trabajadores de medios, Manuel González, camarógrafo de Multimedios, y David Tamayo, fotógrafo de Esto, fueron golpeados por fragmentos del petardo, aunque afortunadamente no sufrieron lesiones graves. Tamayo comentó que, aunque el impacto que recibió en su pierna fue leve, González estaba más cerca de la explosión y sufrió un enrojecimiento en el rostro, posiblemente por un fragmento del petardo.
Tamayo describió el incidente como un “estruendo bastante fuerte”, señalando que había alrededor de 30 personas en la sala, y que, aunque inicialmente se pensó que se trataba de una agresión hacia los medios, Briseño intentó calmar la situación. Sin embargo, la negativa del equipo de comunicación de Chivas a identificar al responsable y el hecho de que se anunciara el inicio de la conferencia sin resolver el incidente terminó por calentar los ánimos, lo que provocó que la mayoría de los periodistas abandonaran el lugar, aunque unos pocos se quedaron para la conferencia con Beltrán y Castillo.
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