Misterio resuelto: Piedra Altar de Stonehenge vino desde Escocia
Armando Nevárez Acuña
En el centro de Stonehenge se encuentra la Piedra Altar, una enorme losa de arenisca cuya procedencia y propósito han sido durante mucho tiempo un enigma en este famoso monumento megalítico. Un nuevo análisis ha revelado que este colosal bloque rectangular realizó un viaje extraordinario para convertirse en parte de una de las maravillas antiguas de la humanidad.
Su huella geoquímica coincide perfectamente con el lecho rocoso encontrado en el noreste de Escocia, según informaron los investigadores el miércoles. Esto indica que la Piedra Altar, que se estima pesa alrededor de seis toneladas, fue transportada aproximadamente 700-750 kilómetros por los creadores de Stonehenge hasta Salisbury Plain en el sur de Inglaterra.
Los investigadores quedaron asombrados con estos hallazgos, ya que no se conoce ninguna otra piedra de esa época que haya sido transportada a tal distancia. “No lo podíamos creer”, dijo Anthony Clarke, estudiante de doctorado en geología en la Universidad de Curtin en Australia y autor principal del estudio publicado en la revista Nature.
Durante el último siglo, se creía comúnmente que la Piedra Altar provenía de Gales, al igual que otros componentes grandes de Stonehenge. Sin embargo, este nuevo análisis geológico cambia esa teoría. La Piedra Altar, que mide 4.9 metros de largo, 1 metro de ancho y medio metro de grosor, es de arenisca gris-verde, aunque su superficie, ondulada y erosionada, ahora tiene un color rojizo-marrón.
El hecho de que la piedra fuera transportada a una distancia tan considerable —posiblemente por tierra y mar— sugiere un nivel de organización social entre las comunidades neolíticas de Gran Bretaña que no se esperaba para la época en que se trasladó, hace aproximadamente 4,600-2,500 años, en una época contemporánea a la construcción de las grandes pirámides de Egipto.
“Este descubrimiento refina radicalmente nuestra comprensión de la conectividad prehistórica y la tecnología en la Gran Bretaña neolítica”, afirmó Chris Kirkland, profesor de geología de isótopos en la Universidad de Curtin y coautor del estudio.