Problemas de visión en niños: la importancia de detectarlos a tiempo
Armando Nevárez Acuña
El otoño pasado, cuando un niño pequeño rompió en llanto en el salón de clases de tercer grado de Audrey Jost, ella lo llevó a un lado mientras los demás niños estaban en el recreo. El niño le dijo que estaba teniendo dolores de cabeza y se estaba quedando atrás en comparación con sus compañeros. Preocupada, Jost habló con los padres sobre la posibilidad de realizarle un examen de la vista.
Pocos días después, el niño regresó con lentes de contacto, y según Jost, parecía otro niño. “Fue asombroso, simplemente el cambio que tuvo en él, académica y socialmente,” comentó Jost, quien enseña en una escuela pública en Gilbert, Arizona. “Ese día, se iluminó.”
En sus 18 años de docencia, Jost ha observado este problema muchas veces, incluyendo en una de sus propias hijas. La solución, aunque simple, puede tener un impacto enorme en el desarrollo académico y social de los niños.
Por esta razón, los expertos recomiendan que el fin del verano es un momento ideal para añadir un examen de la vista a la lista de preparativos para el regreso a clases.
Problemas de visión a menudo no se diagnostican
La Asociación Americana de Optometría estima que 1 de cada 4 niños comienza el ciclo escolar con algún tipo de problema de visión, lo que puede afectar su capacidad para aprender, participar en deportes y observar el mundo que los rodea.
Sin embargo, muchos niños no mencionan que algo está mal porque no se dan cuenta de que tienen un problema, según explicó Annette Webb, optometrista en Hot Springs, Arkansas. Los niños no siempre son conscientes de que su visión no es normal, por lo que los padres y educadores deben estar atentos a posibles signos de dificultades visuales, como dolores de cabeza, entrecerrar los ojos o problemas para concentrarse en la lectura.