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El conflicto en Kursk entra en una fase de estancamiento

Soldados ucranianos avanzando lentamente en la región de Kursk, donde el conflicto se ha estancado tras 12 días de combates intensos.

La invasión ucraniana en Kursk: Un avance limitado y un futuro incierto

Armando Nevárez Acuña

La sorpresa inicial de la inesperada invasión ucraniana en territorio ruso, particularmente en la región de Kursk, ha dado paso a una nueva realidad en el conflicto. Con la llegada de refuerzos rusos desde distintos frentes en Ucrania, la operación ucraniana para controlar la mayor cantidad posible de territorio ruso ha encontrado un límite. A medida que se intensifican los combates, el avance de las tropas de Kiev se ha ralentizado significativamente, logrando avances diarios de solo uno o dos kilómetros. Por otro lado, Rusia continúa su ofensiva sostenida en las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk, aunque también con un progreso modesto.

Después de 12 días de combates intensos en Kursk, la situación se ha estabilizado en gran medida, y el avance ucraniano parece haber llegado a su límite máximo. Esto abre un escenario de incertidumbre sobre los próximos pasos que podrían tomar Moscú y Kiev. Con ambos bandos fortaleciendo sus posiciones, los movimientos futuros en esta región son difíciles de predecir. Según analistas, la atención ahora se centra en cómo cada lado responderá a la nueva dinámica del conflicto.

Mientras tanto, los rusos han comenzado a cavar trincheras a 45 kilómetros de la frontera, preparando una defensa robusta. Por su parte, las fuerzas ucranianas están enfocadas en interrumpir la logística rusa, utilizando tácticas de sabotaje como la voladura de un puente sobre el río Seima, así como ataques a otros puentes en los ríos Volfa y Vedma. Estas acciones, reportadas por el canal Rybar, cercano a la inteligencia militar rusa, subrayan la importancia de controlar las líneas de suministro en este conflicto.

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