La campaña presidencial de Biden enfrenta incertidumbre y presiones
Armando Nevárez Acuña
El futuro de la campaña presidencial de Joe Biden está marcado por la incertidumbre. A pesar de sus esfuerzos por demostrar su viabilidad como candidato, crece el número de legisladores y figuras prominentes que piden que abandone la contienda. Incluso dentro de su propio equipo, hay quienes están considerando estrategias para que se retire.
En su primera conferencia de prensa en solitario en más de ocho meses, Biden intentó disipar las dudas sobre su capacidad. Insistió en que no se retirará, afirmando que está comprometido a completar su labor tanto en el ámbito nacional como internacional. Subrayó que su administración ha generado más crecimiento económico y empleos que cualquier otra en tiempos recientes, y que sus políticas están diseñadas para beneficiar a las familias trabajadoras y la clase media.
Biden enfatizó su rol como el presidente más pro-sindical de la historia reciente y destacó su cooperación con México para reducir en un 50% los encuentros con migrantes indocumentados en la frontera. En el ámbito internacional, se autoelogió por su liderazgo en la OTAN, su apoyo a Ucrania, su confrontación con China y un nuevo plan de paz en Gaza. Reiteró que Estados Unidos sigue siendo la “nación indispensable en el mundo”.
A pesar de sus afirmaciones, Biden enfrenta una creciente presión para retirarse. Dos diputados demócratas, Jim Himes y Scott Peters, se unieron a otros 16 legisladores que públicamente han solicitado que no sea el candidato presidencial. El debate interno entre los demócratas es intenso, y algunos informes sugieren que asesores dentro de su propio equipo están evaluando opciones para su salida.
El New York Times reportó que la campaña de Biden ordenó un sondeo privado para evaluar una posible contienda entre la vicepresidenta Kamala Harris y Donald Trump, lo que indica una falta de confianza en la permanencia de Biden como candidato. Además, se rumora que líderes del partido, como Barack Obama y Nancy Pelosi, están discutiendo en privado sobre las opciones para Biden.
La preocupación entre los demócratas es que las deserciones y los sondeos negativos continúen, generando una “inundación” que podría ahogar la candidatura de Biden. Mientras tanto, los republicanos celebran el caos entre sus oponentes y se preparan para la Convención Nacional Republicana, donde Trump será oficialmente coronado como su candidato presidencial.
Una encuesta reciente de ABC News/Washington Post/Ipsos mostró que una mayoría de la población no quiere a Biden ni a Trump como candidatos. Un 67% de los adultos, incluyendo un 58% de demócratas, desean que Biden abandone la candidatura, mientras que un 50% piensa lo mismo de Trump. La mayoría opina que ambos son demasiado viejos para ocupar la Casa Blanca.
La campaña presidencial de Biden está en un momento crítico, con su viabilidad como candidato siendo cuestionada no solo por sus enemigos, sino también por sus aliados, colegas y simpatizantes. A pesar de sus esfuerzos por demostrar su capacidad y compromiso, la presión para que abandone la contienda continúa aumentando, poniendo en duda su futuro político.