Memoria Episódica en Aves: Descubrimientos y Capacidades Reveladas
Armando Nevárez Acuña
Un estudio reciente revela que algunas aves podrían utilizar lo que los científicos llaman “viaje mental en el tiempo”, una capacidad que hasta ahora se pensaba exclusiva de los humanos. Investigaciones indican que los arrendajos euroasiáticos, también conocidos como urracas, podrían poseer una forma de memoria episódica similar a la de los seres humanos.
La memoria episódica implica recordar eventos pasados y detalles incidentales de manera vívida, como sonidos, imágenes y hasta el estado emocional experimentado en el momento. Este tipo de memoria se diferencia de la memoria semántica, que es la capacidad de recordar información factual sin un proceso consciente de recuerdo.
James Davies, autor principal del estudio publicado en la revista PLOS One, explicó que la memoria episódica implica “recordar un evento o episodio completo”. Davies, quien es estudiante de doctorado en psicología en el Laboratorio de Cognición Comparada de la Universidad de Cambridge, comparó este tipo de memoria con la memoria semántica que simplemente implica “saber” información.
Aunque los humanos han desarrollado esta capacidad como parte fundamental de su experiencia de vida, demostrar si los animales no humanos también poseen esta habilidad ha sido un desafío para los científicos, dado que no pueden comunicarse directamente con ellos para conocer sus pensamientos. No obstante, durante décadas, los científicos han realizado experimentos para explorar la capacidad de los animales para recordar eventos pasados, encontrando evidencia de una memoria similar a la episódica en animales tan diversos como palomas, perros y sepías.
Los córvidos, que incluyen cuervos, grajos y arrendajos, son conocidos por su inteligencia notable. Estudios previos sugieren que estas aves podrían tener una memoria similar a la episódica, lo que les ayuda, por ejemplo, a recordar dónde han escondido alimento para recuperarlo más tarde. Un experimento realizado en 1998 por la Dra. Nicola Clayton con arrendajos de Florida mostró que estas aves parecían recordar qué tipo de alimentos habían escondido en diferentes lugares y cuánto tiempo había pasado desde entonces.
El método para encontrar evidencia de esta capacidad de recuerdo similar a la episódica, conocido como protocolo “qué, cuándo, dónde”, se ha convertido en estándar entre los científicos que estudian la memoria animal. Sin embargo, Davies, quien es estudiante asesorado por Clayton, buscó nuevas formas de poner a prueba esta capacidad cognitiva.
“Si solo usas una metodología, existe el riesgo de error en esa técnica”, explicó Davies. “Al emplear múltiples metodologías que prueben lo mismo de maneras diferentes, se obtiene evidencia mucho más concluyente”.
Este estudio subraya la complejidad y la sofisticación de la mente animal, desafiando nuestras concepciones sobre la naturaleza exclusiva de ciertas capacidades mentales humanas. La investigación continúa explorando cómo diferentes especies animales perciben y recuerdan el mundo que las rodea, arrojando luz sobre la rica diversidad de la cognición animal y su evolución en respuesta a los desafíos ambientales.