Cueva de la Olla: Antigua Maravilla Arqueológica
Armando Nevárez Acuña
La denominación de Cueva de la Olla proviene del hallazgo de un granero de enormes dimensiones, cuya estructura redondeada semeja la forma de una olla de gran tamaño. Este impresionante vestigio arqueológico evidencia una ocupación que se remonta a 5,500 años antes de Cristo, convirtiéndola en una de las más antiguas de Aridamérica y de México en su conjunto.
Historia y Cultura
La Cueva de la Olla fue hogar de antiguos grupos humanos que se sustentaban de un ancestro del maíz, cuya presencia se remonta a miles de años atrás. En la parte norte de la cueva se descubrieron esqueletos humanos, reflejando la costumbre de enterrar a los fallecidos cerca o dentro de sus propias viviendas. La organización social de los habitantes de la región les permitió establecer aldeas filiales y mantener una vida comunitaria estructurada.
Los vestigios encontrados en el área sugieren la presencia de la cultura Mogollón, con cerámica de diseño sencillo y otros materiales de tipo suntuario, característicos de la cultura de Paquimé. Se estima que el grupo que habitó la Cueva de la Olla estaba compuesto por al menos 30 individuos, quienes se organizaban para trabajar en las áreas cercanas aptas para la agricultura.
Ubicación y Acceso
La Cueva de la Olla se encuentra a 55 km al noroeste de la cabecera municipal Casas Grandes, en el Valle del Río Piedras Verdes. Para acceder, se debe tomar la carretera de Casas Grandes con dirección a Mesa del Huracán hasta el km 60, donde se encuentra la desviación hacia el rancho Casa Blanca.
El horario de visita es de martes a domingo de 10:00 a 16:00 horas, con último acceso permitido hasta las 14:00 horas. La entrada es libre, pero se prohíbe fumar, llevar alimentos y mascotas.
La Cueva de la Olla representa un valioso patrimonio histórico y arqueológico, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de adentrarse en la historia ancestral de la región y apreciar la organización y cultura de los antiguos habitantes de estas tierras.